Al filo del anochecer...
es justo cuando todo se vuelve más claro
...
La princesita triste lloró lágrimas de oro...
y entonces le pidió a su modista que le remendara el corazón...
pero cuando la modista fue a cojer medidas descubrió que no existía tanta tela en el mundo para cubrir una pena de semejantes dimensiones!
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