¿Sueño o desvarío?


Y de pronto sin quererlo, sin darme cuenta a penas, me descubro pensando en ti, soñando contigo... Soñar, ¿se hacía así?, hace tanto tiempo que no sueño que no sé si aquello significaba que estaba soñando o si simplemente era un desvarío...

La cuestión es que pensé en ti, te visualicé a mi lado, sentí tu abrazo, y por un momento el mundo se detuvo, todo a nuestro alrededor se paró, solo estábamos tú y yo. Ya no éramos dos personas, éramos dos cuerpos fundidos un abrazo, en un beso... habíamos viajado a través de la distancia, del tiempo y de las dificultades... Y mientras imaginaba nuestras almas unidas en un sólo ser, descubrí que sí, que tan sólo era un desvarío pues yo solo abrazaba la atmósfera que me rodeaba... pero fue tan dulce tenerte a mi lado, aunque sólo fuera un segundo, que sería capaz de romper todos los relojes, detener el tiempo en un suspiro y, de nuevo, volver a fundir tu cuerpo con el mío.

y al fin, la libertad.

Triste y desamparada, sentía que su vida estaba vacía. Ya no tenía amigos, ya no le quedaba nada. Alguna vez llegó a pensar que era feliz pero todo eso fue mentira, no eran más que resquicios de sueños de los que había tardado en despertar después de levantarse. Los sueños no se cumplían, sin embargo a veces parecía que una vez despierta se prolongaban, hasta que tarde o temprano se daba cuenta de que aquello no era real.
Aquella mañana se levantó desanimada, como de costumbre y nada más despertar la voz de su interior le hablo. Esa voz le hizo repetir cosas que no quería oír. Se dijo a sí misma que no podía escucharla, sin embargo un minuto más tarde repitió:
-Triste y vacía, así es mi vida. ¿Para qué vivir así?
Miró a su alrededor y no había nada que le hiciera sentir que ella formaba parte de aquel mundo. No había nada que le recordara alguna razón para vivir. Totalmente desganada salió de casa, ni tan siquiera desayunó, se limito a vestirse para irse a trabajar. Mientras bajaba las escaleras, pensamientos destructivos inundaron su cabeza y al llegar a la entrada del edificio se dijo a sí misma que aquellos pensamientos no tenían fundamento. Llegó al trabajo temprano, aún no había nadie en la oficina. Se sentó en su escritorio y empezó a ordenar papeles. Y los pensamientos volvieron… ¿cómo podía apartarlos de su mente?. Siguió ordenando papeles hasta que llegó su jefe y le dijo:
-¿Qué hace aquí Maria?
-¿Disculpe señor?
-Está de vacaciones, a partir de hoy y hasta dentro d 2 semanas. ¿No se va de vacaciones? ¿No hay ningún sitio que tenga ganas de visitar?
-Sí claro, (el cielo no estaría mal)-pensó para sus adentros.
Lo había olvidado, no recordó esa fecha que cualquier otro mortal difícilmente olvidaría. Ella era un caso aislado. Salió de la oficina y lentamente volvió andando a casa y frente al portal pensó que no tenía nada que le hiciera subir. No tenía que preparar almuerzo para un compañero, ni siquiera tenía padres a los que ir a visitar. Se dio la vuelta y anduvo hasta el parque, una vez allí se sentó a mirar a los niños que pasaban esas mañanas de verano jugando entre toboganes y columpios. Abstraída en sus pensamientos no se dio cuenta de la pelota que había golpeado en sus piernas hasta que un niño se acercó y le pidió disculpas:
-Lo siento señorita, se me escapó la pelota.
-No te preocupes- fue lo único que se le ocurrió decir. No había sentido el golpe, era tanto el dolor que sentía, era tan grande el vacío y la soledad que tenía adentro que ya no sentía su cuerpo. Quería volar, ser una mariposa. Ser ligera y poder volar, volar muy alto y llegar al cielo. Decidida a olvidarse de todo se levantó del banco y caminó calle abajo hasta llegar al semáforo de un cruce que estaba muy concurrido. Al llegar, los peatones se disponían a cruzar, entonces esperó a que el semáforo cambiara. Empezaron a circular los coches, de repente decidió dejar de sufrir y se lanzó a la carretera. No sintió nada salvo que unos minutos después del impacto por fin volaba. Volaba muy alto cuan mariposa libre…y en ese momento descubrió que su sufrimiento había terminado…ahora era libre.


*este texto lo escribí hace muchísimo tiempo pero como me he acordado de él lo pongo aquí. =)

Amar o ser amado¿?

Como yo te amo,
como yo te amo, convéncete,
convéncete... nadie te amará...

Una vez oi que era más fácil ser amado que amar. Supongo que yo, por llevar la contraria, soy más díficil de ser amada que conseguir que yo te ame... porque sin darme cuenta un día me despierto y descubro que te quiero más de lo que imaginas pese a todo lo malo y el daño que nos hemos causado...y aunque hayamos cambiado seguiré queriendote, las cosas son así y no puedo hacer nada para evitarlas. Y si tengo que amarte lo hare con todo el corazón porque nunca me ha gustado hacer las cosas mal o a medias, asi pues, te querré con el alma pase lo que pase, estés donde estés, hoy, mañana y siempre.

Dicen del Mundo

que es un pañuelo...
Yo tenía la teoría de que si el mundo era un pañuelo, todos los humanos debíamos ser mocos (asquerosa teoría por cierto), pues bien, hoy he llegado a la conclusión de que también se puede ser lágrima. Y existen lágrimas de felicidad y lágrimas de tristeza; yo formo parte de las segundas pues lo único que tengo para ofrecer es a mí misma y en los últimos tiempos toda la materia que me compone se ha convertido en dolor, soledad, agonía, desesperación, sueños rotos, desilusiones... con lo cual queda confirmado, si en el pañuelo que es el mundo represento algo, está claro, soy una lágrima de tristeza. O al menos así me siento hoy...

A mi querida Bolboreta...


Vale, lo reconozco, te sigo queriendo y fui idiota al alejarme de ti.

Me siento tan estúpida por escribir esto aquí... sé que no lo leeras y sin embargo necesito escribirlo, no puedo negar más veces que ya no formas parte esencial de mi vida porque a parte de mentir a todo el mundo también me estoy mintiendo a mí misma. Si me separé de ti e intenté seguir mi camino lejos de tu amistad fue porque no quería herirte más, porque sabía que eras parte de mí, que estabas ahí y que mi dolor también te dolía a ti y tu tenías otras cosas por las que preocuparte que no fueramos mi mundo y yo. Sabía que en parte estabas mejor sin mí, seguías estudiando, tenías pareja, las cosas en tu casa mejoraron... y yo me sentía (y me siento, de hecho) tan mal, tan hundida... no quería hacerte daño contandote mis cosas y me dolía ver que cuando las cosas te empezaron a ir mejor solo me hablabas cuando te sentías mal tú y eso me hacía sentir lejos de ti, fuera de tu vida, no solo porque yo me alejara sino porque me sentía excluída. Debí hablar, decirte lo que estaba pasando y sintiendo y sin embargo me alejé...

Perdoname Bolboreta.

El tiempo


Una vez escuché una canción que tenía una frase que decía algo así como: "El tiempo va pasando y nunca se va a detener..."

¡Cuánta razón tiene!

Cuando se te antoja eterno es porque siempre hay que esperar, por una cosa u otra siempre hay que esperar. Sin embargo también hay veces en que el tiempo pasa y no te das cuenta ni de los días, los dejas escapar, se esfuman antes de que te des cuenta de que los has vivido. Y esto ocurre de vez en cuando porque lo disfrutas tanto que sientes que el tiempo vuela más rápido de lo que debería, y se te va entre los dedos. Se te escurre como se escurre la arena en el reloj, mientras la marea sube y baja, la luna crece y desaparece, el día se convierte en noche y la noche en amanecer... y nada ni nadie puede evitarlo porque el tiempo es así.

Aunque no nos demos cuenta siempre discurre a la misma velocidad, ni más lento ni más rápido; pero todo hay que decirlo, cuando un día malo se te hace eterno y después de ese día viene otro igual y al siguiente lo mismo, mal problema el que tienes delante de tus narices...

Si algún día desaparezco


Normas básicas:

1) No me busques, donde esté sólo habrá oscuridad y cualquier luz que enciendas sólo te devolverá tu sombra... la mia estará perdida muy lejos de ti.

2) No te preocupes ni sufras por mi ausencia, al fin y al cabo nada es eterno, ni siquiera el ser humano.

3) No te compadezcas de mí, si me he perdido ha sido SOLO culpa mia... seguramente dejé atrás la brújula.

*Esto son normas, es indispensable su cumplimiento


Peticion personal (si formé parte de tu vida):

-Nunca olvides que existí, que no fui solo un espejismo. Si me necesitas, recuerda el calor de los abrazos que te di o mi esencia en las palabras que algún día te dije; recordar mi perfume favorito no te servirá de nada.


*Nota:Si pese a todo esto deseas encontrarme, búscame en tu corazón, estaré sentada en una esquinita balanceando las piernas como si fuera un columpio.

Palabras

¿A dónde viajan las palabras cuando se dicen?
¿A la memoria de unos?, ¿a los corazones de otros?, ¿al olvido absoluto?

¿Y qué pasa con las que no decimos?
¿Las olvidamos?, ¿sufrimos en silencio el hecho de retenerlas?

Existen tantos tipos de palabras y tantas formas de interpretarlas... a veces las decimos en voz alta para que sean escuchadas, las regalamos; otras veces las dejamos escapar entre susurros que quizás nadie escuchará o entenderá; por desgracia, muchas veces las guardamos en nuestro interior, las encerramos y convertimos en prisioneras de nuestro propio silencio. El silencio es el carcelero. Así mismo, el perímetro de seguridad es la cremallera que nos cosemos en los labios y el castigo es la agonía.

Palabras, palabras... a muchas no les gusta estar encerradas, pero tampoco pueden ser liberadas y es que siendo libres podrían causar más daño que la agonía del encierro, sobre todo si se liberan después de mucho tiempo, pues las palabras son prisioneras que si no son liberadas en su momento más tarde pueden resultar fulminantes.