en sueños

Intentando disimular que ya se había despertado al apagar el despertador, se volvió a tapar con su edredón de corazones rosa pastel. Se cubrió la nariz, la frente y el pelo rebujado. Se acurrucó convirtiendo su cuerpo en un ovillo de lana suavecita, dejando la almohada lejos de su cabeza y las rodillas flexionadas cerquita de su corazón, lejos de los pies de la cama, no sea que alguien tirase de ella hacia la mañana… Y desde ahí, cerrando los ojos con todas sus fuerzas, intentó imaginarse la noche y volver a soñar… rescatar ese sueño de entre las sábanas. Ese sueño que la hacía feliz aunque fuera durmiendo porque él estaba a su lado.