Lo siento cariño, hoy no seré tu cenicienta convertida en princesa. Que se vaya del baile a las doce tu abuelita, que está mayor, yo me voy después de las tres como mínimo que a las doce es cuando empiezo a cogerle gustillo al baile. ¿Zapatitos de cristal? Ésos que se los ponga tu tía que ya sé yo, desde que vi la lámpara de su recibidor, que le encanta el cristal…Y no te preocupes, no quiero la carroza convertida en calabaza como castigo por salir tarde del baile, prefiero usar transporte público o ir andando, antes que llegar a casa envuelta en perfume de calabaza… ya ves, prefiero oler a manzana… Y si después de todo esto tú no quieres bailar conmigo no te preocupes, no sé bailar asique mi desparrame de pasos arrítmicos lo haré sola… total, para pegarte pisotones, mejor no me sacas a bailar, ¿verdad?
Quizás yo nunca fui tu princesa, ni tú mi sapo venido a más…
7 comentarios:
Guauuu muy lindo texto! Bueno pase por primera vez y me gusto mucho! te voy a seguir leyendo!
Un beso y te espero para compartirte de mi vaso!!
Jajajaja, puesssss...no sè. No sè si èl està a mis pies, pero a ver què pasa.
Muà.
jaja es buenisiimo
esq... nose si existen princesas y tampoco principes azules. pero si ranas.... muchas ranas
Jajajaja me ha hecho mucha gracia la parte del cristal... buenísimo.
A veces los bailes solitarios son geniales :) o con desconocidos! Tu sapo venido a más ya aparecerá :)
me ha gustado un monton!!^^ la parte de las princesas reales, las que no quiere ver todo el mundo pero es asi!! jajajaja me encanta!!^^ beoso!!
Es que quedan pocos principes hoy en dia, pero quedan..
Ya llegara alguno por el que serias capaz de llenarte de olor a calabaza..
La mejor de las suertes=)
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