Hablando de mí.

Hablando de mí te diré que no hay nada interesante que decir, soy así como me ves o como dejo que me veas… Un desastre indefinido que se pierde y que te encuentra. Río sola y sin motivo, río contigo o sin ti, lloro, crezco, amo, sueño; despierta o dormida, pero sueño… Salto, corro, caigo, me levantas o me levanto, ando sola, vuelvo a caer, me das la mano… elijo aceptarla, o no… pero sigo andando. Soy así, a veces hablo y no digo nada o lo digo todo sin hablar… Me rio de chistes tontos durante rato, lloro con pelis ñoñas una y otra vez, confundo cosas y palabras al hablar y pinto el mundo del revés… A veces me hablas y a los cinco minutos lo he olvidado y tengo que volver a preguntar… Canto en la bañera y fuera de ella, me aburres y en silencio vuelvo a cantar y te ignoro sin dejar de oírte pero sin escucharte… Dices algo, me molesta y te mando a la mierda, o no, soy brusca o precavida; con frecuencia digo cosas sin pensar o las pienso mucho antes de decirlas y dañar… Así soy… Me sigo atando los cordones de los tenis con lacitos bien fuertes para que no se me caigan, desayuno en mi taza de dibujos, miro las nubes buscando figuritas, duermo todas las noches abrazada a mi peluche favorito, o abrazada a ti. A veces no me peino o me pongo el mismo pantalón dos días seguidos, me encanta cuidar niños pero me cuesta regañarles… Sin máscaras, te escucho y aprendo a quererte al poco de conocerte, veo siempre tus virtudes e ignoro tus defectos o te acepto y te quiero con ellos. Te bajaría la luna si estuviera a mi alcance o te regalaría el firmamento si me demostraras algo especial. Dependo de tus sonrisas y me hace feliz tu felicidad pero soy independiente y no necesito tu consentimiento para elegir, decidir, vivir… Soy la chica melancolía, la que a veces vive de recuerdos y otras veces muere de nostalgia… Me disfrazo de sonrisa o sonrío de corazón, pero nunca tengo mejor regalo. No dejo que me veas o me escuches llorar casi nunca pero no me importa ser siempre tu paño de lágrimas. Sufro en silencio y disfruto a gritos. Me hablas, me dejas, te alejas, te sigo, te pierdo, te recuerdo. Me hablas, no sé qué decir y vuelvo a sonreír. Sufres, no sé cómo actuar y te abrazo… Así soy, caigo y lucho, una y otra vez, siete, ocho, nueve caídas… pero lucho y aprendo a levantarme contigo o sin ti. Soy así fuerte y a la vez débil. Hablo, grito o susurro… montaña rusa o mar en calma… Me emociono y salto, o mantengo la calma y guardo las formas… así de simple o así de complicada. Te amo pero nunca te odio, me alejo pero nunca te olvido… Te abro el corazón y cierro las ventanas, te cierro las puertas o vivo desolada. Siempre estoy aquí aunque no me veas y te escucho aunque no me lo pidas. Soy imperfecta pero perfeccionista conmigo misma y conformista contigo. Hablo mucho, con las paredes, con las piedras, debajo del agua…pero sé callar y escucharte. Casi nunca te llamo o lo hago con temor a molestarte pero me da igual que me llames aunque me despiertes. No te hablo si primero no me hablas tú. Me muero por decirte algo pero espero pacientemente un rayito de seguridad. Mantengo las distancias o no puedo evitar tirarme a tus brazos… Te digo que te quiero o me lo callo eternamente. Ridícula u original, a veces dormilona, muchas otras insomne, soy así depende del día; pesimista u optimista depende de la situación… Así, sin más, soy todo lo que ves y todo lo que no. Niña y mujer, niñata y madura, caótica y templada, complaciente o rebelde… Soy todo depende del día, de las situaciones o de cómo me sienta yo… Depende de lo que veas al mirarme a los ojos o de lo que no ves cuando esquivo tu mirada. Soy todo y a la vez no soy nada.

"De según cómo se mire, todo depende"(8)

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