Clara

Clara era una chica de todo menos clara, siempre llevaba máscara porque creía tener rasgos delatadores. Había días que se colocaba la sonrisa con alfileres, días que borraba la preocupación y se calzaba la seguridad, días en los que perdía la máscara y sólo parecía una caricatura de lo que en realidad era. Esos días “pobre Clara”, pensaban todos, cuando al perder la máscara se quedaba tan desnuda como una traficante de sexo en plena noche de caricias fingidas. Era tan insegura… que era capaz de decir “te odio” a quien más amaba, simplemente porque no soportaba ser clara. Aunque lo que ella realmente deseaba era amar y no odiar; ella quería contar los lunares de su espalda, acariciar sus manos, mirar sus ojos y besarle con la mirada, coleccionar canciones dedicadas y regalar silencios cómplices que griten “¡te quiero!”...

1 comentario:

Diario de nuestros pensamientos dijo...

me gusta como te expresas y como lo dices en tus escritos

Besos y felicitaciones